martes, 26 de mayo de 2015

Olenka Alarcon ,Julia Churampi

Juan Díez de Betanzos y Araos 

Fue un explorador y cronista español (Betanzos1510 - Cuzco1576). Acompañó a Francisco Pizarro y a Diego de Almagro en la conquista del Perú.
Fue Juan de Betanzos uno de los pocos conquistadores españoles que logró aprender el quechua general, lengua oficial del Imperio inca, lo que le sirvió para ser el intérprete y mano derecha de Pizarro. Gracias a ello, y a su matrimonio con la que fuera esposa de Atahualpa logró granjearse la amistad de gran parte de la nobleza incaica.
Cuando por motivos de las Leyes de Indias, los conquistadores se sublevaron encabezados por Gonzalo Pizarro (hermano de Francisco), Juan de Betanzos apoyó a Pedro de la Gasca, que sofocó la rebelión. Ello le valió la concesión de una encomienda por el emperadorCarlos I. Falleció en el Cuzco el 3 de enero de 1576.
De su labor como cronista, destaca especialmente la obra "Suma y narración de los Incas", y que supone una de las primeras narraciones de la historia del Imperio Inca. Fue, además, el primer español en escribir en quechua, elaborando incluso un vocabulario básico español-quechua.

El ocaso del cronista

Al envejecer, Juan de Betanzos se establece en la ciudad de Cuzco, siendo testigo de la transformación de la capital del Imperio incaico, iniciada en 1533, tomando esta una apariencia colonial debido a las influencias que acarreaba el ser la residencia de los Pizarro y la soldadesca hispana. La antigua capital imperial sufría sus más significativas transformaciones después de ser arrasada por el tumulto de las guerras, de las que fueron testigo sus viejos muros.
Pero como el paso del tiempo es inexorable, a Juan Díez de Betanzos también le llegó su hora, y después de sus servicios y contribuciones históricas, moría en el Cuzco en el año de 1576, llevándose a la tumba el secreto de su origen.

Guerra al Inca

Titu Cusi, tampoco se salvaba de las apetencias sucesoras y moría hacia mayo de 1571. Le sucedía su hermano, el joven tupac amaru Con la elevación al trono de Túpac Amaru, se acentuaban las diferencias y se recrudecían los desafueros.
Y como el virrey tenía poca paciencia, los desatinos de Túpac Amaru le bastaron para invadir el territorio rebelde. Antes de tomar medidas represivas, el virrey mandó un emisario para averiguar las razones del silencio, pero éste era asesinado antes de que lo recibiera el Inca. Un criado contó lo sucedido.
Al fin se declaraba la guerra a los rebeldes y el 14 de abril de 1572, salían hacia Vilcabamba 250 españoles, 2500 indios flecheros; mientras, otro centenar de españoles dieron un rodeo para cortarle la retirada a Túpac Amaru en caso de que intentara escapar hacia la Amazonia.
Después de cinco meses, Túpac Amaru y sus capitanes eran vencidos y hechos prisioneros. Aquel reducto rebelde, el último territorio inexpugnable que permaneció libre durante treinta y cinco años, había traído de cabeza a los conquistadores y ahora quedaba pacificado e incorporado a la Corona. El 24 de septiembre de 1572, el último Inca y sus generales eran condenados y ejecutados en la plaza de Cuzco. Esto desagradó a Felipe II y reprendió severamente el proceder del virrey.